domingo, 9 de diciembre de 2018

méditation des enfants



La Planete Sauvage (1973) es una película de animación francesa dirigida por René Laloux 






Soy súper majadera repitiendo las cosas que me gustan, ¿quién no? Disfruto de la animación francesa por sobre otras animaciones porque la encuentro intelectualmente brillante y El Planeta Salvaje es una de esas cuantas cosas que no me cansaré de hablar ni recomendar. Esta escena meditativa en particular me gusta un montón, la banda sonora me recuerda a algunos temas de Pink Floyd , la cual crea  una dimensión audiovisual hipnótica.

*También  Bowie y Eno se inspiraron en ella para escribir/cantar Fantastic Voyage.
*Sauvage debe ser una de mis palabras del mundo favoritas, por significado y por fonética.


          *

viernes, 2 de noviembre de 2018

Las margaritas





Sedmikrásky es una película checoslovaca  (1966) dirigida por Vera Chytilová










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sábado, 27 de octubre de 2018

El desierto



Del disco - La Llorona de Lhasa De Sela (1997) 

dos canciones que me gustan demasiado:

El Desierto y De cara a la pared.








He venido encendida al desierto pa quemar
porque el alma prende fuego cuando deja de amar



miércoles, 24 de octubre de 2018

Cómo conocí Kandyan

                                                                   

                                                                         *

Era un 3 de Octubre del 2016, vivía en San Isidro con Sara Del Campo en el piso 23 (metro Santa Lucía). Trabajaba cerca, en Bellas Artes, ese día salí de la pega con una angustia que me ahogó todo el cuerpo, no podía respirar, a intervalos mi corazón lo sentía palpitar en un ojo, luego en la espalda, retumba en mi estomago, dónde se fue? lo dejé de escuchar, acá volvió al pecho, pero me duele... mi corazón al latir me duele. Se ausenta, me asusto, de a poco late y me duele. Entré al depa, el ventanal estaba abierto... pensé: si sigo caminando y paso de largo por el balcón ya está, se acaba todo, el dolor desaparece, la soledad, la angustia, el abandono, las deudas, el ruido de la ciudad, la niña herida, la herida ... estoy a un par de pasos y listo "porque yo moriré y nadie se acordará de mí".
Pensé: oye Carol, OYE! cobarde no soy!!, no puedes abandonar al Gaspar ( es un niño de 5 años, no lo puedes dejar sin una mamá. No le hagas a él lo que los adultos te hicieron, no le hagas a él lo que tus ex parejas a ti: NO ABANDONES), has pensado en los que te quieren? Entonces piensa, agárrate del balcón no para soltarte, afirmate como puedas y vuelve adentro.

Llamé a Cristina, quien en ese entonces estaba viviendo en Valpo, le describí la escena y mientras recuerdo hablé y hablé ella me repetía una y otra vez ven ven ven ven ven ven, no me cortes, ven ven ven ven, ya estás lista? saliste? se va a cortar porque me subí al ascensor. Sí, ya estoy abajo y estoy llegando al metro, hablamos llegando al terminal. Jamás olvidaré todo lo que lloré y todo por lo que lloré en ese bus.

Y así, llegué, la abracé como a nadie nunca, estaba con Víctor, tomamos tecito los 3. Dinosauria me dijo: Boluda, hoy es día de estrella... vos sabés que la estrella cuando no está brillando, siempre se quiere suicidar? ser fugáz, desaparecer. Vos sos una humana, tenés estrella, esperemos un par de horas y ya todo esto desaparecerá.

Ese día fue la primera vez que escuché "danza Kandyan" porque - este sábado  voy a clases a Santiago, sale 2 lucas la clase y sé que te va a encantar - dijo.
   




                                                                       **

Esa misma semana, el sábado 8 de octubre, llegué a La Vitrina... mis recuerdos no son precisos ni tan claros porque llegué adormecida, sin energía como una llama extinta, lánguida, vacía, deprimida, zombie, gris, contaminada. 

Conocí la voz de Lucía que nos invitó al circulo a saludarnos con nameskare, cerré los ojos, mientras Lucía hablaba sentí no solo su voz desde su voz y todo comenzó a ocurrir en ese instante. Mis piernas tiritaban, cuando visualicé raíces saliendo desde la planta de mis pies tuve consciencia de que tenía piernas y que pese a mis temblores la tierra era lo único en la existencia que no me iba a dejar caer. Crují entera, me dolió todo. El sonido del tambor reanimó mi corazón, literal. Lo puso en su lugar nuevamente, desde ahí sincronizaron en un solo gran espíritu que oxigenó mi sangre. Lloré toda esa clase y todas las clases posteriores, en lo racional no tenía nada que entender, a voluntad comencé este hermoso y largo camino que es la sanación. 





                                                                    ***

Escribí esto porque es parte del proceso también, este mes cumplí dos años de haber vivido todo esto y de haber conocido esta danza hermosa, no significa que he bailado todo este tiempo, cada uno a su propio ritmo. Yo al menos, me demoré un año y medio en recién poder pararme sin temblar, todavía lloro al recordar y escribir, pero ya no lloro de pena, lloro de felicidad y gratitud, abrazando toda esta magia que es la vida misma. Nunca más me volví a sentir sola.