Leí:
"Mi cuerpo produce imágenes asiduamente, formas curvas dentro de otras formas aovadas en un continente de formas irregulares pero precisas. Collares de cuentas que parecen huesos para entretener a un perro, pero sujetas entre sí. Las contemplo en la pantalla y no sé leer, aunque no me fueron robadas. Poseen nombres prestados que otros deletrean para mí, nombres que intento retener como silabario nuevo, pero los olvido, resbalan de vuelta a su lugar. Estoy hecha de caligrafías y de otras sustancias, desconozco esa letra que sin embargo leo intrigada como una película de mí, manchas, figuras que vienen en el hálito de un líquido de contraste bebido en el tiempo que entre todos los tiempos llaman instante. El mundo al instante me deja estupefacta, y esas estampas, todo aquello de lo que mi organismo es la imagen".
Esta Parcela, Guadalupe Santa Cruz.
Pienso en Patricio Marchant, en Prestados Nombres, en el concepto de Secreto y en una canción del Dúo Dinámico que dice: ¿Qué secreto estás guardando? algún día yo sabré. No me importa el cómo y cuándo, pero sé que te amaré.
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Lana Del Rey tiene un tatuaje que dice 'trust no one'. Lanita sabe cosas y yo también he aprendido mis lecciones.
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En mi locura ocurrencia personal me da por decirle cosas a las personas, cosas que surgen en mí y que creo creer debería decirlas/nombrarlas/evidenciarlas. Qué innecesario, entiendo que les caiga tan mal. Cuando no me paso hago cosplay de Lana Del Rey en el vídeo Ultraviolence.
Pude ver y aprender que a los demás no les gusta la confrontación ó la sinceridad, prefieren fingir, habitar la hipocresía, son muy buenos actuando o emplazando una emoción por otra y mentir(se) tanto. Que la corporalidad teatral les acompañe. Denles un Oscar. A mí no me da pues como actriz, fotógrafa.
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Post embarazo olvidé que tenía un cuerpo, noqueada totalmente. Cumpliré 10 años de haberme metido a danza, recién este año logré rehabilitar mi sistema nervioso y con ello, recuperarme, volver y sentirme, sin perderme, me dolió todo, ya no tanto. Fortalecí. Me costó un barrido de entorno, cerrar el corazón y oídos a manipulaciones/situaciones emocionales externas.
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"El perdón tiene un sabor que no supe conocer porque nunca lo tuve en la boca/ la traición tiene un color que yo supe conocer en el rostro de un ser muy querido/ el perdón tiene un sabor, la traición tiene un color que no busco conocer por ahora".
Mimos son mimos, Babasónicos.
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Sin animo de romantizar el bullying, haber sido victima de él desde niña por las mismas niñas y más tarde por mujeres adultas, provocó cercanía y amistad con los niños. Ya pasé el umbral de no ser aceptada, entendida, querida por lo que me hace ser diferente entre quienes veía como mis iguales. Jamás necesité ser LO MÁS en algo, mi belleza no es vanidad, no traicioné a nadie para validarme. Estoy muy lejos de disfrutar competencias, supe hacer amigos hombres que me han querido, cuidado y abrazado con calorcito incondicional de hogar-corazón. Gané sin competir.
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Los hombres (entre ellos) resuelven sus conflictos con descargas del tipo corporal con unas chuchás bien puestas o unos combos bien puestos o un palabreo medio formal/intelectual incluso, después se dan la mano, se ríen, pasan pagina rápido. Las mujeres se quedan en el rencor de la psique, envenenando(se) y traicionando, compitiendo, comparándose, odiando castigando estresando sus cuerpos y el de las demás, poniendo palitos en la rueda, aunque digan o quieran hacer creer lo contrario, así por años en un charco de venganza egoica del aparente yo. La de moscas muertas que me encontré en el camino, feminismos sacados del escroto, sororas hasta que toca pelar a la compañera.
No todas, hay excepciones, obvio.
Qué suerte igual elegir no ser así, salir de ahí, para mí eso es libertad.
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En el silencio y distancia, lo que deba caer se rompa y se transforme.
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