Mi rehabilitación va así, rodeada de plantas, tierra, lombrices, compost y humus.
Desperté sintiendo que tenía mis patitas en un río y de tan relajante que estaba el sonido del agua me volví a dormir.
A mediados de Septiembre la Má empezó a cambiarse de casa, llegué preguntando en qué le ayudaba y me confió las plantas. Así que estuve jardineando todo el día, hicimos dos camionetas de puras plantas y árboles. En el trasplante del pimentón perdí el anillo que tenía los dos ópalos de fuego, me di cuenta mucho después y me es imposible verlo como una perdida, me traje la Monstera ese día, así que cero que perdí algo.
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