El gaspi no vino a casa las 3 primeras semanas de cuarentena, al otro día de haber llegado me pregunta si es que yo había notado los sonidos de las trompetas que vienen desde el cielo y que retumbaban en dos partes de la casa. Le comento que el sonido de afuera estaba más denso, pero que no lo había asimilado con el sonido de una trompeta. Le pido si es que puede imitar el sonido que él escucha y hace un sonido muy grave, tan a tierra como un didgeridoo. Me nombra y muestra los lugares de la casa, le digo que voy a prestar más atención.
Después de dos semanas lo voy a dejar a la Villa Olímpica, al volver al depa comienzo a curiosear el lugar del living que me señaló el gaspi y me instalé toda la tarde para percibir algo.
Resultado unas imágenes muy muy bizarras, me siento un poco aturdida, aquí una:
